Las Olimpiadas Matemáticas:
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Un poco de historia:
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Las primeras competiciones matemáticas nacionales
fueron los concursos Eotvos de Hungría, que se iniciaron en 1894,
precisamente durante la efervescencia de fin de siglo, consecuencia de la
cual fue también el proceso iniciado por el Barón de Coubertin que desembocó
en las Olimpiadas de la época moderna (Atenas 1896).
OLIMPIADAS COLOMBIANAS (Tomado de
Olimpiadas Matemáticas – UAN)
La calidad de la educación es
excelente cuando abre el panorama de desarrollo personal y ofrece a cada
joven la oportunidad de realizarse plenamente para poder satisfacer no sólo
sus necesidades sino también sus intereses más preciados y sus sueños. Las
ciencias ofrecen un medio de comprender el mundo, de ejercer la creatividad,
la imaginación, el ingenio, la intuición y la lógica.
Las Olimpiadas muestran un mundo más
allá de las pobres pretensiones de áridos ejercicios repetitivos. Cada buen
problema abre la puerta al estudiante para razonar, investigar, conjeturar,
comprobar y demostrar.
Los problemas memorables,
cuidadosamente seleccionados para los concursos, tienen un enorme impacto
sobre la evolución intelectual de cada estudiante y exigen una adecuada
preparación académica para manejarse con esa rica y explosiva combinación de
satisfacción y frustración que impulsa a cada uno a hacer su mejor esfuerzo.
A nivel institucional, la sexta
edición de las olimpiadas matemáticas, tendrán un carácter diagnóstico, se
aplicaran sobre temática observada cuya finalidad a más de preparar al
estudiantado para las próximas pruebas saber, permitirá al profesorado
conocer el nivel de conocimiento y de aplicación de los mismos.
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En la práctica, las Olimpiadas son algo más que un
concurso. Por una parte sirven para promocionar las Matemáticas y dotarlas de
un contenido lúdico que lamentablemente han perdido casi por completo por muy
diversas razones, por ejemplo, la confusión entre ejercicios y problemas, con
la consiguiente desaparición de éstos.
En nuestro plantel, las Matemática se encuentra
atravesando cambios, pasando de área monótona
a un lugar relevante, lo cual se refleja
en la inclusión de acción en el plan de mejoramiento.
Por último, no se puede olvidar que las Olimpiadas
son también un elemento de importancia en la mejora de nuestro sistema
educativo por cuanto suponen, en los muchos profesores que día a día se esmeran
por preparar a nuestros educandos, una necesidad de actualización permanente de
conocimientos, una búsqueda de problemas nuevos y de métodos de adaptación a
los planes vigentes de nuevos y más atractivos contenidos. El hecho de que el
Ministerio de Educación haya establecido un procedimiento para incentivar la
tarea de estos profesores, así como la mayor libertad curricular, incrementará
aún más el interes de las Olimpiadas.