“Mejorar la educación es una responsabilidad que concierne a todos. Hay que convocar a los principales interesados: los padres, los profesores, los estudiantes, los empresarios, los partidos políticos, las iglesias, los medios de comunicación, los sindicatos, las asociaciones profesionales”.
Las principales características de
nuestra época radica en las aceleradas transformaciones que producen los
avances en la ciencia y la tecnología, la inmediatez en las comunicaciones, la
abundancia de información, las fronteras territoriales difusas. Asistimos una
etapa de turbulencias y cambios sustanciales que diseñan una época de
incertidumbre sobre el futuro.
Aquellos niños y jóvenes que queden al
margen de una educación de calidad serán marginados de la sociedad. Al mismo
tiempo, una comunidad integrada, democrática, con un desarrollo económico y
tecnológico importante, requiere que todos los habitantes compartan los
valores, códigos, conocimientos y competencias para acceder en igualdad de
condiciones a las oportunidades que se les brinda.
Durante el proceso educativo, para
asegurar la igualdad de oportunidades, hay que tener en cuenta tres elementos:
la información, el lenguaje y el poder. La información refiere, no sólo a la
adquisición de conocimientos, sino fundamentalmente a la capacidad de ubicar la
información y procesarla. El lenguaje, refiere a la habilidad para manejarse en
distintos contextos, tipos de discurso y situaciones comunicacionales. La
posibilidad de poseer información y usar adecuadamente el lenguaje permite
desarrollar las propias potencialidades, intervenir y concertar con los demás,
lo que implica manejar poder.
El avance de la tecnología de la
información propicia un cambio en el paradigma de la producción y divulgación
del conocimiento; y en esto, el sistema educativo y las instituciones, que
tienen el compromiso de asegurar el acceso al mismo se deben replantear cuáles
son las competencias exigibles.
Extraído de 5·
Reunión del Comité Regional Inter-gubernamental del Proyecto Principal de
Educación en América Latina y el Caribe de Santiago de Chile