RESPONSABILIDAD DEL IDIOMA EN LOS MEDIOS DE
COMUNICACIÓN Y EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS
Con
ocasión de la celebración del día del
idioma, hemos querido reflexionar, respecto
a la utilización del mismo, en
los comunicadores y educadores,
en el ejercicio de sus funciones, como
herramienta fundamental de su actividad profesional.
Iniciamos
por el sendero informativo, de amplio contenido cultural, diciendo que, la
razón de ser de un medio de comunicación, cualquiera sea su modalidad de
expresión, escrita, hablada o
audiovisual, es el servicio público. Su
misión tiene, eminentemente, un carácter
social. Cualquier otro interés; político, religioso, económico filosófico,
cultural debe estar supeditado a la premisa básica del bien común. Al principio
altruista del beneficio de la comunidad.
Solo la práctica constante de esa conducta invariable le garantizará al medio de comunicación su
propia supervivencia en un ámbito de libre competencia y libertad.
Pero
es insoslayable que los medios de comunicación cumplen además una función
didáctica; propia de los educadores y es
aquí, en desarrollo de esta función,
donde los trabajadores intelectuales de un medio de comunicación, al igual que
de una institución educativa tienen el deber ineludible de prepararse
adecuadamente para manejar su herramienta básica de trabajo: El idioma.
En el caso del comunicador social y del docente en cualquier área de su actividad
cotidiana, resulta indispensable que a su formación integral del intelecto y a
su vocación por el oficio agregue su
dedicación al conocimiento de la lengua
materna. Esa es también su gran responsabilidad, acendrada y aquilatada, en
un país como el nuestro que goza de la
bien merecida fama de tener una prensa
bien escrita, y de ser aquel en
donde se maneja mejor el idioma, dentro
del conjunto de naciones
hispanohablantes.
En
el tema educativo, y fundamentalmente, en la formación integral, de las nuevas
generaciones, al interior de las instituciones; es imprescindible el buen
manejo idiomático en cualquiera de las áreas por parte del docente, para
efectos de interiorizar, las competencias: interpretativas, argumentativas y
propositivas, además del conocimiento de los tres principales ejes
lingüísticos de un idioma, como son:
El morfo – sintáctico, el fonético – articulatorio, y el léxico – semántico.
Tanto
los medios de comunicación como los centros educativos; forman,
instruyen, informan y construyen
el desarrollo de las sociedades, a través del idioma. Significa entonces, que los
profesionales de la comunicación y de la educación, están obligados moral y académicamente
a mantener un nivel decoroso en el manejo y tratamiento de la lengua, que a
su vez constituye factor de primera
importancia en el campo de la unidad
hemisférica.
Sin
embargo, cabe preguntar: ¿Cuál es hoy realmente el nivel de capacitación de los
comunicadores y educadores en nuestra región pacífico, acorde con la
ponderación proporcional del manejo
idiomático?.
Con
excepciones, muy escasas por cierto, puede afirmarse que el panorama es
desalentador. Que resulta entonces, imperativo
estimular y orientar a los estudiantes de periodismo y comunicación social, al
igual que a los que ingresan a las facultades de educación en el mejor conocimiento de la lengua, si quieren descollar en el oficio; pues de su
buen manejo depende básicamente la claridad
de las ideas que deben exponer
ante la opinión y ante sus estudiantes, no siempre indulgentes, ni
complacientes indefinidamente, al juzgar el material que se le ofrece para su
información y formación respectivamente.